Estoy frente a mi monitor; miro a un
lado y a otro: arriba y abajo; lo que encuentro
son recuerdos de infancia; logros,
una botella de champagne que no puedo ni tocar. En este momento suena el
teléfono. Niño tengo ganas de contestar. A la derecha una televisión, a la izquierda
el ventanal que da a la cochera, atrás
la figura distorsionada de una sombra que logra reflejar la luz del
monitor, llega hasta donde esta mi sillón.
Es lo más
pequeño, pero aun así lo puedo describir: en el piso, se encuentra un lápiz con
un dibujo al lado que aún no está terminado. Pero antes me encuentro con una
hoja que ha sido arrastrada por el viento, que corre por el pasillo y que llega
desde el patio de mi casa. Camino hacia las escaleras, ¡oh! Una bella rosa a
retoñado, ¡ah, ese suave color rojo y el olor es incomparable!, increíblemente
paso a paso me he trasladado desde mi monitor hasta mi patio que lo deslumbra
sus más bellos arbustos, árboles
frutales y flores. Es tan pronto y pienso. ¡Es que acaso no me había dado
cuenta lo que antes tenía y tengo ahora
a mi alrededor que aunque sea material es hermoso, único con un gran
resplandor!
Manuel Enrique Pulido López
Conalep Plantel Tehuacán
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Recuerda que tu mensaje pasa por un proceso de moderación para aparecer publicado.