viernes, 23 de noviembre de 2012

El BARCO



Tal vez no soy tan fuerte, el rumbo a dónde voy es obra de alguien más.
Mi lugar de partida siempre es la orilla, que por cierto a veces se vuelve muy feroz. De dónde parto, a dónde voy y a dónde llego, siempre habrá cientos iguales a mí, pero no todos con el mismo objetivo.
Hago el esfuerzo ¿ saben por qué? Porque siempre desee estar en este lugar, para poder sentir lo que sienten otros. Mi deber es obedecer,  cuidar, y proteger, pero sobre todos esos deberes uno me apasiona: el deber de viajar.
Quiero decir que si se diera la casualidad de que quedes en mis manos, te protegería como mi vida, y te impresionaría como nadie; te daría el mejor de tus momentos y podrás sentir mi seguridad. Seremos uno y la unidad nos hará, y seremos vencedores porque tengo el don de la victoria.
Tu confianza me hará ser grande. Te confesaré que en mi interior llevo un tesoro: tú. Desde que era árbol, hasta que fui barco.
He viajado desde oriente a poniente,  en  tormentas y tempestades y día con día voy formando mi propia historia.

Alma Delia Arce Pérez
Conalep Atencingo

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