Me contaron que nací gordito y era muy llorón, no sé si sea cierto, también recuerdo mi primer juguete que me compraron y fue un avió de plástico. Mi mamá me preparaba un exquisito atole de avena que me encantaba, era de color blanco, no tan blanco como un amarillo pero bueno es lo que me acuerdo de acuerdo de olores y colores.
Mi juventud fue muy fea porque a
veces me peleaba con mis amigos por una tontería o una discusión. Pero no todo
fue feo recuerdo que conocí a mi primera amiga, era casi como yo pero en mujer;
era muy latosa. Pero con el tiempo fui viendo que no era así, era muy divertida
y estudiosa y de ahí empecé a enfocarme más en el estudio y a ahora soy un
matadito como algunos nos llaman. Puse mi mente en cuando tenía que aprenderme
un escrito en la secundaria para esa exposición. Éramos los primero y los
nervios me comían porque tenía miedo de que se me olvidara. El tema era muy
extenso, al momento de exponer, sólo me puse a recordar lo que me tocaba decir;
primero pasó mi compañero para decir el primer tema, después mi compañera, yo
era el tercero; pasé y lo bueno fue que sí me acordé de lo que me tocaba decir.
Ése fue el día cuando puse mi mente a pensar más de la cuenta.
Sólo estoy trabajando y estudiando pero al inicio era
muy pesado porque no me acostumbraba a estar trabajando y estudiando y ahorita ya
me acostumbré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Recuerda que tu mensaje pasa por un proceso de moderación para aparecer publicado.