Aprendí lo que llaman: karma, el rebote de los propios
sonidos hacia uno, es como si alguien nos estuviera gritando. En cambio al
escuchar palabras alentadoras es como si nos echaran porras. Eres un
triunfador”, “Sigue adelante”, “Te mereces lo mejor”, es diferente a si sólo se
lee algo que no tenga sentido Es molesto no sólo porque estamos muy cerca de la
pared y en cierto momento es como si un muro nos impidiera el paso. Esto causa
impotencia porque lógicamente la pared es mucho más alta que nosotros.
Es
similar a lo que se experimenta cuando estamos frente a una persona que nos
ignora mientras tratamos de conversar con ella o él, de ahí la frase: “parece que estoy hablando
con la pared”.
Y
como recomendación especial podría sugerirles que cuando se sientan tristes o
desanimados ocupen este ejercicio como una técnica para levantar el ánimo.
Claro que el volumen de la voz depende de tu estado de ánimo y es justamente
cuando debemos animarnos diciendo una porra en voz alta; pero si lo que
necesitas es un consejo, hagan de cuenta que le están hablando a un amigo que
se encuentra en la misma situación de ustedes y en ese momento podrán ver su
problema desde fuera y encontraran la forma de salir de él, sólo como una
sugerencia también pueden hacerlo frente al espejo.
Como verán
función al igual que las terapias
físicas que se han creado para ayudar a quienes han pasado por cosas dolorosas
y se encuentran en rehabilitación con diversos tipos de terapia (risoterapia,
Delfino-terapia, papiroflexia, dibujo etc.) en realidad cualquier actividad que
nos haga felices y nos proporcione un buen estado de ánimo, o que nos ayude a
superar nuestros problemas, temores y angustias también puede ser utilizada como una forma de terapia.
Por: Briseida Neri Bravo
ORIENTADORA EDUCATIVA
CONALEP TEHUACÁN
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