A veces me hago
esta pregunta: ¿será que el mundo es tan malo con nosotros? Medito un momento,
después de unos momentos mi pensamiento se apodera de todo y dice “NO”, al
contrario, el hombre es tan malo con el mundo. En un principio este mundo llegó
a la vida siendo estéril, como Dios lo formó, lleno de vida, tan impresionante,
semejante a una joya, sin mancha alguna sobre él, pero, no es que le culpe al ser humano en específico, tampoco
a la tecnología ni a los científicos. Si todas estas cosas tenían que suceder,
es porque Dios así lo tiene planeado, tal vez eso y más, pero yo me pregunto:
¿porqué los seres humanos destruimos el mundo en vez de cuidarlo?, ¿para qué
tenemos esa mente tan poderosa? En vez de ocuparla en cosas malas deberíamos
ocuparla en cosas buenas, ¡porqué no la ponemos a funcionar como se debe! Sin
ofender a nadie y con todo respeto me atrevo a decir ¿acaso piensa y obedece
más un animalito que nosotros? ¿Porqué no mejor en vez de matar, asaltar,
destruir… hacemos lo contrario?: ayudar, proteger, construir… ¡¿qué le está
pasando al mundo?! A diario aparecen nuevas noticias; que los políticos hacen
debates, en los medios de comunicación, se insultan unos a otros; que los
huracanes vienen más fuertes que antes, los temblores en el mundo no hacen
falta, aparte de los rumores de guerras, pestes, hambres, extinción de
biodiversidad. La pobreza esta en cualquier rincón del mundo, los niños no
tienen mamá y papá, aumenta el porcentaje de las madres solteras, que el embarazo
en adolescentes está a la moda, que la crisis económica va de mal en peor, que
en las zonas del norte las sequías se apoderan del territorio. ¡No! ¡No! México
se encuentra en la fase roja diciendo “alerta” “alerta” “peligro” “peligro”,
apunto de tocar fondo. Desde hace varios años en México se habla de la
naturaleza, y del daño que le estamos provocando. El área boscosa original en
el país es de 65 800 000 hectáreas, hasta el 2002, la parte de hectáreas que
fue eliminada fueron 40 796 000, lo que representa un 62% total de bosques
eliminados. En un periodo desde el 2000 hasta el 2005 se deforestaron
anualmente 260 mil hectáreas, de seguir este ritmo, en menos de 96 años México
quedará sin áreas boscosas. ¡¿Se dan cuenta?! Amigos, amigas, reflexionemos ante
esta situación, hay que darnos cuenta del daño que le estamos ocasionando al
mundo y a nosotros mismos. Les diré porqué son tan importantes los bosques:
Purifican el aire y el agua; recargan los mantos acuíferos; regulan la
temperatura del planeta; combaten el cambio climático; nos protegen de
huracanes e inundaciones; son hogar de gran biodiversidad; enriquecen los
nutrientes y evitan la erosión. Una de las expresiones del escritor y poeta
mexicano dice: “Defender a la naturaleza es defender a los hombres”.
Primeramente, ¿qué pasaría si se extinguen los bosques? La temperatura
del planeta no sería la misma. Y nos estamos dando cuenta con el calor que
aumenta cada vez más a una intensidad tan fuerte que en pocos años nos haría
llorar por el dolor, además varios mantos acuíferos desaparecerían y se
alteraría el ecosistema. En estos últimos días, las noticias nuevas son que en
las zonas del norte, las sequías están muy fuertes, las cosechas no se logran y
el maíz está escaseando, así como el agua en los lagos, ríos, presas se está
secando por el calor. Esto está provocando que miles de animales se mueran por
la falta de estas cosas, hoy en día
miles de personas no tienen que comer ni siquiera una tortilla dura o
una gota de agua. En cambio, en algunas ciudades la comida está de sobra en la
basura, ¿acaso la gente tiene el corazón tan duro que no quiere poner ni un
granito de ayuda para los que más lo necesitan?
En este momento, mi corazón se siente herido por haberse dado cuenta de
el machismo de alguno de los hombres, este día jamás lo olvidaré, me tocó
presenciar un momento desagradable, que voy a compartir con ustedes con lujo de
detalles.
Resulta que mientras compraba comida en una tienda de McDonald, llegó un
señor junto con su hija. Se veía que era rico de dinero, y mientras tomaban la
orden de mi pedido, el señor exclamó con enojo: ¬—Óigame señorita, ¿porqué la
atiende primero si yo llevo un buen rato esperando aquí parado?—.La señorita
pidió disculpas y cumplía con su trabajo amablemente, cuando de pronto el señor
volvió a intervenir diciendo: —No sabes con quién te metes, como te atreves a
reírte de mí, no tienes idea de quién soy, pero te vas arrepentir
“estúpida”—.Al decir esto, tiró la comida al suelo. La niña que venía con él,
(llorando) le decía: —¡Ya papá! ¡Vámonos por favor! ¡Vámonos! No la trates así
no te ha hecho nada ¡vámonos ya!—.Él seguía exclamando: —Déjame, voy a
enseñarle a esta pelada como me debe de respetar—. Después de unos momentos
llegó el de seguridad y empezó a tratar con el señor hasta que al fin se fue de
ese lugar no dejando buenos resultados con su acto, pues la señorita que estaba
atendiendo, se puso a llorar por los insultos tan fuertes que le habían hecho.
Al verla me sentí muy mal y pude sentir el dolor que ella estaba sintiendo; una
mujer para mí es como mi hermana, “sangre de mi sangre”, mis respetos para
todas las mujeres, siempre tendrán un lugar importante dentro de mí. Mi corazón
me pregunta: ¡¿hasta cuándo se acabará esta situación?! No tengo palabras para
expresar la angustia que ciento, que me está comiendo por dentro. Quisiera
salvar esta situación para no seguir así, quisiera vivir en un sueño positivo y
nunca despertar, quiero que sea un lugar donde no existieran estas cosas, donde
haya paz, y así compartirla con las personas que más quiero, y me refiero al
mundo entero.
Alma Delia Arce
Pérez
¡Cielos! creo que la gente adinerada suele comportarse así, como si fueran los dueños de todo, aunque no todas esas personas, hay algunos que son amables pero están en peligro de extinción, no eres la única que se hace esas preguntas, yo me las hago a diario, a veces no sé qué sucede con las personas es como si nos pagaran por hacer daño a la naturaleza disfrutamos la destrucción y la desgracia ajena...pero me he dado cuenta como podemos ayudar, en primera no juzgando y en segunda empezar con nosotros, con el ejemplo ponernos de lao del bien y comenzar a cambiar esas cosas que estan mal y que contribuyen a destruir al mundo tanto en contexto moral como en ámbito ambiental, y con esas acciones y actitudes diarias poco a poco se hará algo, sé que no todos nos harán caso y que de buenas a primeras dejen sus andanzas y se unan a nuestro club, pero si será distinto porque no nos quedaremos a ver qué sucede, entraremos en acción sin capa, sin máscara, sin anuncio de sueper heroes sin comercial de promoción, pero sí con voluntad y disposición ¡me emociono! jiji.
ResponderEliminar¡Vamos banda!
Itzel Rosas Caballero
Conalep Teziutlán
Totalmente ¡Wow!esa forma de relatar las cosas es impresionante, se nota que lo que expresas lo dices del corazón Alma, es bueno encontrar a personas que esas cosas se las "dicta su pensamiento".
ResponderEliminarTambién odio ver a la naturaleza ser destruida por nosotros mismos, no me agrada para nada ver que nos acabamos cada ves de manera más desvergonzada nuestro planeta que tan bello era en un principio.
Cuando relataste lo que sucedió con las personas de McDonal todo me lo fui imaginando con tanto detalle que mi alma se contristó. De verdad no sé que le pasa a las personas que actúan así, pero sí sé que (aunque no todos) son muchos los que tienen esa actitud. La injusticia marca nuestros días de una manera tal que es difícil de ignorar. Todos anhelamos un mundo mejor de paz y de justicia. Pero habrá que trabajar mucho.
Felicidades por tu escrito, me gustaría que muchos pensaran como tú; saludos.
Jahaziel Guzmán
Conalep Puebla I