Autor: John MacArthur
Editorial: PORTAVOZ
Cuando vi el libro, me hice
varias preguntas: ¿el perdón tiene poder? o ¿es la fuerza de voluntad lo que te
da poder para perdonar? ¿Qué es verdaderamente el perdón? ¿Yo sé perdonar? Las preguntas
invadieron mi mente, y me hicieron comprar el libro, ya tengo una pequeña
colección de este autor.
Por
mucho tiempo leí libros para sentirme bien, necesitaba algo que me hiciera
creer lo que quería escuchar y así tener alguna satisfacción de mí misma o algo
que me ayudara con los problemas que tenía. Me chuté los libros de Carlos
Cuauhtémoc Sánchez, sangre de campeón 1, 2 y 3 eran historias padres, Felipe y
su hermano, (aún recuerdo que cuando leí el tercer libro me encontré con una
protagonista llamada como yo Itzel y me sentí importante), puedo decir que
fueron bonitas historias entretenidas, pero no habían llegado al punto medular
del asunto, no habían echado en cara lo que estaba mal en mí, mi deficiencia o
lo que necesitaba, pero este libro lo hizo.
En
primera creo que todos los habitantes de este planeta han tenido problemas con
un individuo, y tal vez ese individuo les hizo mucho daño, y que al verlo o
recordar su nombre sienten algo raro en el estómago. Yo lo he sentido. Podría
decir que me dan ganas de vomitar y estremece mi piel, pero ya no es así.
Este libro ha sido de bendición a mi
vida, porque perdonar es tomar la llave y desatarte de la cadena que está en tu
tobillo, ésa cadena que te ha forzado a
ser una persona orgullosa e infeliz. Cuando comenzaba a leerlo me
repetía frases que ya había leído en la Biblia anteriormente, “debes poner tu
otra mejilla”, “no pagues mal por mal”, “no seas vencido de lo malo, sino vence
con bien, el mal”, “ perdónanos,
así como nosotros perdonamos a nuestros deudores” y otras más… sabía que lo
sabía, pero no que lo conocía, porque jamás lo puse en práctica, tomé la
palabra perdón y lo puse como concepto superficial, lo adapté a mis ideas y lo
deseché como chicle viejo.
No perdonar me hizo
esclava de un rencor que no tenía razón de ser. No tenía porqué estar en mi
vida estorbando, pero aún no dejaba mi orgullo. En este libro Dios me abrió los
ojos y tocó mi corazón porque Dios dice que debemos perdonar a los que nos
ofenden, y creo que todo el mundo conoce esa cita, pero ninguno se atreve a
ponerlo en práctica, yo había sido esclava de una cosa invisible, pero muy
destructiva: el rencor.
Cuando
decidí perdonar, sentí que un bulto abandonaba mi cuerpo, entendí que Dios no
puede trabajar en mi vida para bien, si yo no opto por obedecer a lo que él
llama, una vida de perdón y de amor. En ese momento me sentí libre y la verdad
¡es una experiencia muy padre! De todo corazón les recomiendo este libro, ¡será
para bien en su vida cotidiana!
Itzel Rosas Caballero
Conalep Teziutlán
Definitivamente algo 150% cierto, el perdonar el la clave para ser felices pues si no, viviríamos todos los días de nuestra vida con rencor u odio a otros, es un lazo que nos envuelve y tontedad de nuestro corazón provocarlo. Algo que me gusta es que las personas usen citas bíblicas pues de verdad me apasiona es leer la biblia y usarla en mi vida diaria, ¡¡Felicidades por ello Itzel!!
ResponderEliminarCreo que todos deberían leer ese libro, cuídate y nos vemos (comunicamos o escribimos)luego.
Saludos de Jahaziel Guzmán J.
Conalep Puebla I
¡Lo es! también a mí me emociona, porque son valores y consejos que nos hacen descubrir que cosas son viables y que cosas no lo son.
ResponderEliminarNo sabía que también a ti te gustaba, y sinceramente me puse felíz al leer éso. Busca más libros de ese autor, son muy buenos y aprenderás demasiado, lo que más me gusta son sus frases y dichos buscalo en Facebook ¡te gustarán!
¡Saludos carnal!
Itzel Rosas Caballero INFO-406