jueves, 21 de junio de 2012

“El hoy desaparecerá mañana”


Es impresionante cómo las personas que más quieres te lastiman el corazón. Personas de tu misma sangre te tienen envidia y te desean cosas malas, tal vez hasta la muerte. Después de confiar en ellos, brindarles tu apoyo y estar juntos en las buenas y en las malas te pagan con un dolor muy fuerte que hiere tus sentimientos dejando una herida tan profunda que jamás se olvida, que lastima por dentro y por fuera, demostrándolo con una inundación de lagrimas.
Esto te hace sentir que la vida se terminó, que no existe otro camino más que desaparecer de los que más quieres, de sacrificar tu felicidad para que otros sean felices, de fingir para que otros se sientan satisfechos y de reír para no levantar sospechas.
Más dolor se siente en el fondo del corazón cuando te piden ayudar a los lastimados, cuando tú eres uno de ellos, y nadie se acerca a ti para ayudarte. No queda nada más que abrirle las puertas a la soledad que siempre está de más, porque ella es la única que no te decepciona ni te desprecia como lo hacen los demás. Y si ella te hace lo mismo, estará totalmente comprobado que el único amor que no te decepciona es el de Dios.
Tal vez por ciertas razones existen tantas personas que no le ven el sentido a la vida, no encuentran el sabor dulce en ella, ni la razón para permanecer en ella. Me lo dice el fondo del corazón me habla me grita, me exige ayuda, que yo no sé como brindársela, me dice a gritos que siente como si el mundo se le viniera encima, y es una carga tan grande para él, al comprobar que existe el amor falso, que te hace sufrir en el momento que empiezas a comprenden el sentido de la vida, porque es tan duro cuando la carga te llega, cuando menos te lo esperas.
Comparto este dolor con ustedes, pero también quiero demostrarle que aunque me ataque la guerra, los golpes, las palabras, seré fuerte. Creo que en cada amanecer nace una nueva esperanza, y sé que aunque lo peor acaba de pasar, lo mejor vendrá pronto, cada corazón tiene un deseo y el mío es que Dios te multiplique lo mejor, para mí no hay enemigos, porque he aprendido a perdonara los que me lastiman y a querer a los que no me quieren. Haré de mi vida como las matemáticas, sumaré la alegría, restaré el dolor, dividiré las penas y multiplicaré el amor, aprenderé a reír en medio de la tempestad, para experimentar lo bonito y lo bello que es reír con el corazón.

Alma Delia Pérez Arce

2 comentarios:

  1. Hay Alma me gusta tu forma de expresarte y es totalmene cierto, a veces una estocada en el corazón cuando te traiciona quien menos lo esperas, o cuando las cargas de tu mundo son tantas que sientes que te ahogan, se siente muy mal.

    Eso lo entiendo pero me agrada tu determinación a proseguir en las cosas buenas, me agrada tu determinación para continuar adelante a pesar de los golpes de la vida y creo que todos deberíamos tener una resolución como esa ante los problemas. Felicidades por como lo manifiestas.

    Saludos de Conalep Puebla I
    E. Jahaziel Guzmán Jiménez

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  2. ¡Te comprendo! lo he vivido, y se siente como un papel en llamas esparciendo cenizas por todo el lugar, pero he aprendido que tienen que suceder ese tipo de situaciones para saber quienes estará contigo o quienes solo te buscan por conveniencia, no es de ti, no es tu culpa tal vez no sea culpa de nadie, a veces son solo situaciones difíciles de comprender, pero no difíciles de solucionar, sé que todo tiene solución pero eso también depende de la otra persona, de pisotear el orgullo y hasta de tragarse la vergüenza ¿no crees nena?.
    ¡Un abrazo!
    Itzel Rosas Caballero.
    Conalep Teziutlán.

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