Carta a un sastre que no arregló correctamente un abrigo
Mario Martínez Maximiliano
Estimado señor:
Agradezco que haya arreglado mi querido abrigo, tuve que requerir de usted ya que pensé que sus servicios serían satisfactorios; el dinero que le proporcioné, usted lo recibió cómodamente. El motivo de esta carta es para decirle la incomodad que tengo por mi abrigo.
Al llegar a casa coloqué mi querido abrigo sobre mi cama, esperando utilizarla al día siguiente, a pesar del poco dinero que pagué por su renovación. Me encontraba feliz de tener nuevamente mi abrigo.
Pero al día siguiente tuve una gran decepción, al colocarme mi abrigo noté que no quedó bien confeccionado; traté de ponérmelo, pero el tiempo era escaso y mi abrigo mal confeccionado no podía quedarme de ninguna manera. Furiosa tuve que dejarlo y pasar frío aquella mañana, ya que no contaba con un abrigo de repuesto.
Lo primero que pensé fue: el sastre hizo un mal trabajo. No es posible que alguien que se dedica a la compostura de este tipo de prendas haya hecho algo tan pésimo. Me presento nuevamente con usted para decirle las incomodidades que causó.
El frío de la mañana hizo que obtuviera una gripe; y allí está mi abrigo (el cual dudo que vuelva a usarlo) Debo decirle que se encontraba mejor antes de que lo trajera.
Espero que no lo tome a mal pero pienso que su trabajo no dejó buenos resultados, me gustaría saber que esto sólo lo hizo conmigo, sin embargo no tolero que me haya cobrado aún sabiendo que había hecho un mal trabajo.
Espero que tome en cuenta lo que le he dicho y mejorar en lo que hace, y si usted cambia no dudar{e en traer un nuevo abrigo para que pueda ser el mejor.
Gracias por su comprensión.
Gemali Sarai Menéndez Martínez
CONALEP, Tehuacán, extensión Ciudad Serdán.
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