jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Lees lo que yo leo? 32 "Catalina virgen y viuda"

Este libro trata de la princesa Catalina de Aragón, hija de Fernando e Isabel, los reyes católicos de España, ella estaba destinada a casarse con el príncipe de gales Arturo hijo de los reyes de Inglaterra Isabel de York y Enrique VII. Arturo era el mayor de cuatro hermanos, él era un joven muy enfermizo de apenas 14 años que en un corto plazo de un año se vería casado con Catalina ésta, por cierto, dos años mayor que él. A Arturo le desagradaba la idea de que se casaría pues él es un joven, pero nada podía hacer pues ese era su destino al ser el heredero al trono. Enrique VIII hermano de Arturo estaba destinado a ser sacerdote y la idea no le agradaba pues él deseaba ser el mayor para heredar el trono, ya que era un niño muy ambicioso. Pasado un lapso de tres semanas el príncipe de gales se encuentra con su prometida para hacer formal el compromiso, Catalina al ver a Arturo sintió miedo pero después al tratarlo se dio cuenta de que era un joven muy respetuoso y se dio cuenta de lo que se decía de su enfermedad era cierto; Arturo al ver a Catalina se sintió muy asombrado pues esta no era bella, pero tenía una simpatía que la hacía diferente a sus damas de compañía que eran preciosas.
Llegado el día de la boda, Catalina sufre pues está lejos de su tierra amada (España), Arturo está muy contento pues al fin se casará con la mujer que empezaba a querer. Catalina y Arturo  en el banquete, disfrutan de todo y hasta del baile con que Enrique VIII les deleitó. Esto lo hizo sabiendo que su hermano jamás podría bailar como el ya que se cansaba demasiado rápido, Catalina se dio cuenta de lo que hizo pero no dijo nada pues no quería tener problemas, pues este no sólo por envidia lo hizo sino porque él empezó a sentir un cariño más allá del de hermanos hacia Catalina. Catalina y Arturo por fin solos, pero: ¡oh, sorpresa! no los dejan consumar el matrimonio ya que están muy jóvenes, así que doña Elvira se la llevó a otro cuarto del castillo Ludlow, pero eso no era todo pues a estos se les venía otra tragedia peor: la muerte de Arturo que llega sorpresivamente al ser infectado por una epidemia y como era muy débil no resistió y murió. Catalina sufrió igual esta epidemia pero logró sobrevivir. Ella no se entera de la muerte de su esposo pues estaba en cuidados tras la enfermedad, al enterarse sufre demasiado pues estaba empezando a tomarle cariño a Arturo. Los reyes de Inglaterra se enteran de la tragedia y emprenden el camino hacia el castillo Ludlow para despedirse de su amado hijo, la reina Isabel de York sufre demasiado pues al ver qué tan enfermo está su hijo, prefería que muriera. Él rey Enrique sufre igual, pero porque ya no hay heredero al trono, al menos que Catalina estuviese embarazada. Pero, ¿cómo lo va a estar si no le dieron permiso de consumar el matrimonio? Enrique, frío como siempre, al enterarse de la muerte de su hermano pero contento porque entonces el sería el heredero al trono. Toda Inglaterra lamenta la muerte de Arturo y también lamentan que Catalina no esté embarazada pues no dejó descendencia, y peor aún: el futuro de Catalina está indeciso tras la muerte de su esposo ya que su dote no se había terminado de pagar y al no estar embarazada se puede esperar lo peor.
Pobre Catalina tiene que abandonar el castillo Ludlow para pasar a vivir en la casa Durham, pues no se ha pagado la dote completa. Pasaron varios años y Catalina seguía en Inglaterra, pero ahora sólo era una joven como las demás pues era pobre, y al ya no tener el apoyo de la reina Isabel de York, pues falleció, se sentía sola en Inglaterra. Pero el rey Enrique tenía una idea de que si ésta no podía pagar su dote que la pagara casándose con él, ya que él necesitaba una esposa fértil y joven para que le diera hijos y ella necesitaba dinero pero Catalina no aceptó pues ni sus padres por más que sea la última solución aceptarían tal cosa. Enrique VIII enfurecido con su padre dijo que él tomaría a Catalina como esposa y así terminaría de pagar la dote. Al rey esta idea no le agradaba así que le dijo que le daba un año y que si en ese año seguía con la misma idea lo dejaría casarse con Catalina pero si no, éste la tomaría como esposa. Al principio a Catalina el trato fue de su agrado pero después no, ya que dudó de qué Enrique siguiera con la misma idea después de un año, ya que él tenia demasiadas mujeres guapas que lo pretendían como esposo. Pasado el año, Catalina fue llamada al palacio para que se decidiera su suerte, Catalina nerviosa se vistió con los mejores harapos que tenía pues todos sus vestidos ya estaban remendados, Enrique VIII tenía pensado tomar como esposa a otra princesa, pero al ver a Catalina así vestida la llamó y le dijo: −¿Deseas casarte conmigo?−.  Al escuchar esto Catalina le bajaron las lagrimas y aceptó, Enrique VII el rey, cumplió con su palabra y los dejó casarse y éste se desposó con una duquesa y tuvo más hijos.
Por fin el día de la boda entre Catalina de Aragón con Enrique VIII se llevó a cabo Ahora sí, Catalina está segura y a salvo de la pobreza en la que vivió  por mucho tiempo después de la muerte de Arturo. Los recién casados salieron al balcón del palacio y escucharon atentos a todo el pueblo gritando, ¡viva el rey Enrique VIII! ¡Viva la reina Catalina de Aragón! ¡Que viva la reina!




Griselda Ballesteros Merino
Grupo 1102 Administración
Primer Semestre

4 comentarios:

  1. Qué libro tan interesante, me gustaría conocer a todas las termitas y pedirles prestado todos esos libros que recomiendan, con sus palabras hacen que me enamore más y más de la lectura.
    ¿Cómo es que dicen que aquí en México no hay muchos lectores? Este blog me demuestra lo contrario.
    Desde cuando tengo ganas de leer un libro de época, cómo este; sigan devorando libros, transportándose a otras generaciones, así acabaremos con aquellas estadísticas que divulgan que nosotros no leemos.
    Diana Laura Ramos Aca
    Plantel Puebla II

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  2. Fe de erratas:
    Donde dice: "Desde cuando tengo ganas" Debe decir: " Desde cuándo tengo ganas"
    Recuerda que cuando es pregunta, tiene acento. Y aunque no tenga interrogación, es pregunta: ¿Desde cuándo?

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  3. ¡Órale! aunque sea afirmación, ¿debe de llevar acento?
    Bueno, yo siempre he dicho que todos los días se aprende algo nuevo, y con la preceptoría literaria con mucha más razón, gracias por todo nuevamente, me va a servir en el futuro; próximamente voy a poner en práctica lo aprendido. :D
    Diana Laura Ramos Aca
    Plantel Puebla II

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  4. Lauw Querida, mira lo que pasa es que si dices "Desde cuando tengo ganas" Lo que estarías diciendo es que desde el momento en que tuviste ganas... de leer ese libro.
    Asumo que lo que quieres decer es "Desde cuándo tengo ganas " es decir: Cuánto tiempo ha que tengo ganas.

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