viernes, 2 de marzo de 2012

Mi Autobiografía: Gemali Sarai Menéndez Martínez


Antes que naciera mi mamá Sara me esperaba con mucho cariño, al igual que todos en la familia. Mientras estuve en el vientre de mi mamá nunca tuvo molestias de mí, pero no todo fue así. En el momento de mi nacimiento no soportaba  los dolores de parto. Cuando estaba en el hospital lo único que ella quería es que yo saliera, mi tía Flor estaba con ella ya que en ese momento hacia su servicio en ese hospital. Ella fue la que me contó sobre el día en que nací.
Cuando llegué a casa de mis abuelos, mi hermano Mario (que es cinco años mayor) se sorprendió, y preguntó qué de quién era esa niña. Mi tía le dijo que era una niña que le habían regalado a mi mamá. En las noches cuando lloraba, mi hermano le decía a mi mamá que ya me regresara porque lloraba mucho. También vivía con nosotros mi prima Bárbara que igual es mayor que yo sólo por tres años, y siempre quería dormir con mi mamá y conmigo, y mi mamá le decía que no, porque me iba a aplastar. Pero ella al fin de cuentas dormía con nosotras. En la madrugada mi mamá despertaba y mi prima estaba encima de mí, pero a mi prima no le importaba creo que en realidad  lo que ella en ese momento sentía eran celos. A los ocho días que nací me colocaron mis aretes de oro que mi tía Cande me regaló y mi tía Flor me llevó al último cuarto en donde ahora duermo y me amarró las manos con mi cobija. Lloré y grité pero ella me dio mi biberón y listo. Dejé de llorar. Mi mamá se metió a bañar porque no me quería ver llorar, pero cuando salió, ¡sorpresa! Ya tenía aretes.
Cuando me bautizaron mi tía Cande y mi tío Alejandro fueron mis padrinos. En algunas fotos de mi bautizo ellos estaban muy jóvenes, y en la misa está mi papá Rigoberto, y mi mamá y claro también mi hermano. Cuando cumplí tres años mi tía Flor fue mi madrina, la misa fue en la parroquia. Yo llevaba un vestido rojo con blanco, una canasta pequeña con flores y un tocado blanco, aún conservo una foto en donde estamos mis primos mi hermano y yo. A mi lado derecho están mis dos primas Bárbara y Daira y a mi lado izquierdo mi hermano y mi primo Ulises.
Cuando entré al kínder, mamá me llevó por primera vez. Mi primer escuela se encontraba a la vuelta de mi casa. Recuerdo el nombre de mis tres maestras: la de primer año se llamaba Rosa Inés, la de segundo se llamaba Socorro, y en tercer año mi maestra se llamaba Virginia. Cuando salí del kínder bailé mi vals con un vestido muy bonito, era color crema, baile con un niño que me caía mal, eso fue lo único malo. Al terminar mi graduación mi tía Eloina (la hermana de mi papá) me regaló una medallita de la virgen de Guadalupe, ese día tuve una fiesta pequeña ya que a mí no me gustaban.
Cuando entré a la primaria, mi escuela estaba a sólo una cuadra. Los primeros días aprendí a leer. Tenía mucho apoyo de mi abuelita Lucila. Cómo olvidar sus consejos y el cariño que ella me tenía. Cuando hice mi primera comunión iba en cuarto año. Mis padrinos de bautizo volvieron a ser de mi primera comunión.
Yo amaba a mi abuela, ella era mi vida. Me enseñaba cosas buenas. Cuando llegaba de la escuela, lo primero que hacía es que darle un abrazo y un beso. Cuando ingresé a sexto año, todo iba muy bien. Teníaa excelentes calificaciones y muchos diplomas, pero mi abuela tenía diabetes, yo la cuidaba mucho, pero después de unos meses empezó a decaer. Una madrugada ella se sintió mal y ya no quiso ir al hospital. Empezaron a llegar mis tíos, y yo no sabía qué era lo que pasaba. Mi abuela ya no pudo levantarse. Empezó a sentirse mal y me dijeron que tenía que hablar con ella, porque tal vez sería la última vez que la escucharía. Me acerqué y no pude decirle nada. Me quedé sin palabras al verla cómo estaba. Sólo le dije que iba a cuidar mucho a mi abuelo Mario y que no se preocupara de nada. Empecé a llorar y después de unas horas ella murió; en ese momento sentí que mi mundo se venía abajo, me deprimí tanto y me volví muy distante de todos.
Terminé la primaria y a mi graduación fueron todos mis tíos. Recuerdo que cuando pasé a recibir mis documentos, iba muy seria y mi maestro de educación física me empezó hacer caras graciosas para que sonriera; después hubo una pequeña fiesta.
Al ingresar a la secundaria, tuve que presentar mi examen de admisión, cuando llegué a la escuela era muy grande y todos iban con sus papas y yo sola. Mi mamá me quería acompañar pero le dijo que no, que tenía que empezar hacer las cosas yo sola. Una semana después dieron los resultados y pasé mi examen. Estaba muy feliz, la secundaria fue lo mejor. En primer año saqué bajas calificaciones. Participé en un concurso para señorita primavera y eso fue lo que me afectó, tuve una amiga en primero y segundo que se llama Katia pero era muy distraída y por consecuencia yo era igual. En segundo año casi no tenía amigos y por la muerte de mi abuela pues no era muy social: El concurso en el que participé no fue por voluntad propia, fue a votación y por obviedad me obligaron. Ingresé a tercer año y discutí con mi amiga Katia, nos dejamos de hablar y yo no tenía amigas. Una semana después ingresó una chica nueva a mi salón, pero nadie le hablaba y ella tampoco a nadie, yo me acerqué a ella y me presenté le dije: Hola, me llamo Gemali Sarai, y ella dijo: Yo me llamo Grecia. La invite a desayudar y nos volvimos buenas amigas, ¡teníamos tanto en común!
Empecé a salir más de mi salón y comencé a hacer muchos amigos,  en la misma secundaria iban dos de mis mejores amigas. Ellas y yo nos conocíamos desde el kínder. Grecia no era muy social, pero mis amigos eran sus amigos. Entonces empecé a estudiar y subí de calificaciones, hasta participé en un concurso de biología. A mi amiga y a mí no nos gustaban las fiestas, preferíamos ir a obras de teatro, a ver una película, salir a caminar… pero siempre juntas. A ella le gusta leer y entonces me prestó unos libros y desde ahí me llamó mucho la atención leer. Había momentos en que debatíamos sobre temas importantes y siempre llegábamos a una conclusión. Tenía muchos amigos, de todo tipo, ese año fue el mejor, claro, como toda chica adolescente tuve novios, pero nada serio, en mi graduación sólo asistió mi mamá, mi tía Flor, y mi prima Daira. Tampoco tuve fiesta al salir me fui con mi tía de vacaciones, ella vive por la sierra y me gusta mucho viajar, por ese motivo me fui.
Una semana después regresé para hacer mi examen de admisión en CONALEP, logré ingresar y mi meta fue tener buenas calificaciones. Mi abuelo Mario me ha sido de gran apoyo ya que él ocupa el lugar de mi papá. Mi papá reconstruyó su vida con otra persona cuando tenía 5 años,  pero aún tengo contacto con él.  Mi abuelito es un buen ejemplo para mí, tiene un carácter fuerte y eso me ayuda mucho. Me enseña a hacer las cosas bien, y claro lo admiro porque él fue paracaidista. Hizo muchas cosas. Tenemos algo en común: nos gustan mucho los gallos de pelea. ¡Ah, por cierto! también fue un buen gallero. Él me apoya en todo lo que quiera siempre y cuando obtenga buenos resultados en la  escuela. Ahora sólo me dedico a estudiar y aprovechar lo que mi mamá y mi abuelo me ofrecen. Junto con el apoyo de mi hermano, él y yo hemos pasado muchas cosas. En el año 2010 tuvimos un accidente automovilístico y estuvimos en el hospital. Después de salir estuvimos una semana en total reposo. Desde ahí mi hermano me cuida demasiado. Compartimos grandes momentos, nos encanta el beisbol igual que a mi abuelo y mi papá. Siempre lo acompañaba a sus partidos, pero él ahora el vive en puebla y próximamente si Dios quiere cumplirá 22 años el 7 de diciembre y yo cumpliré 17 el 25 de mayo.
El bachiller, me ha agradado mucho, tengo buenas amigas Evelyn es una de ellas. Mi escuela cuenta con excelentes maestros, estoy aprovechando al máximo las oportunidades que se me presentan, como este curso de literatura, que ha logrado grandes cambios, me agrada mi escuela, y mis compañeras. Bueno yo las veo como una buenas amigas hemos ganado el concurso de escoltas, nuestra casa de espantos, nuestra ofrenda, en la que yo expliqué su significado, obteniendo de éstos un primer lugar, claro con el apoyo de mis compañeros.
Espero mejorar para seguir escribiendo mi biografía, y que no sólo quede en el bachiller, me agrada saber que cuento con el apoyo de mi familia, ya que sin ellos mi biografía no sería nada.

Gemali sarai Menéndez Martínez
CONALEP, EXTENCION CD. SERDAN

3 comentarios:

  1. ¡Gemali! Me identifico mucho contigo porque también le hablo a chicos o chicas de nuevo ingreso, siento que algún día yo llevare sus zapatos. Me gustó tu biografía, te comprendo yo pasé por cosas difíciles cuando tenía 5, de hecho fué el año que cambió mi vida definitivamente. Y en la secundaria también mi amiga se había enojado conmigo pero he descubierto que a veces, no eres tú, se escucha fuerte pero te tienen envidia, doy gracias a Dios porque sobreviviste a un accidente automivilistico, yo nunca he vivido uno pero he visto muertes en frente de mi nariz, hasta me han salpicado de sangre (literalmente) cuando viajaba cada 8 dias a Xalapa con mi papá y sí es una sensación que no le deseas a nadie. No concuerdo contigo en que te gustan los gallos de pelea, no me gustan las peleas de gallos pero los gallos sí, también debatía temas con mis amigas y de hecho lo sigo haciendo, me gustaría que platicáramos y compartir temas de interés. Tu abuelito me lo imagino, yo extraño mucho al mío y a pesar de que mi abuelita esté aun con vida nada es lo mismo sin su presencia. Creo que esto de las biografías me permite conocer a mis compañeros más, identificarme y detectar aquello que no coincidimos.
    Una observación guapa:En el 7° párrafo tienes "Teniaa excelentes calificaciones" tenia lleva doble "a". No te preocupes, a mi me sucede todo el tiempo. ¡Un abrazo bonita!
    Itzel Rosas Caballero INFO-306 CONALEP 153, Teziutlán.

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  2. Siento mucho la perdida de tu abuelita y lo de tu accidente; yo soy muy apegada a mi abuelita materna, te comprendo en cierta forma. Fuera de eso, déjame decirte: ¡qué gratas experiencias tienes! Me agradó mucho tu autobiografía, es bueno saber que con estos trabajos podemos compartir varias cosas, descubrir que tenemos mucho en común y tener la confianza suficiente para que podamos establecer un vinculo, como una amistad; otro logro más que sin contemplarlo lo ha logrado esta preceptoría literaria.
    Te mando saludos, cuidate y te deseo lo mejor para cumplas tus sueños y que esa biografía sea más fabulosa de lo que ya es.
    Diana Laura Ramos Aca
    Plantel Puebla II

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  3. Sí, (oh, oh) Tal vez la doble a fue mi errata. Me encanta que nos digamos estas cosas entreo nosotros. Es tan bueno contar con otros ojos para perfeccioner los textos! Es la maravilla de los procesos de corrección, Itzel. Lauw: Me conmueven tus palabras. Eres muy perceptiva. Y me ha encantado esto de las biografías.

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