Lo que recuerdo de cuando era pequeña aproximadamente tenía unos 5 años es que mis papás nos compraban leche de sabor a mí y a mis hermanas que me encantaba tomar en mamila a pesar de estar un poco grandecita. También recuerdo que cuando mi mamá me llevaba al kínder nunca me quise quedar porque siempre un niño me pegaba en el salón de clases por este motivo no cursé el kínder. Después me inscribieron a la primaria en donde yo iba en primer año y mis hermanas en tercero pero ninguna de las tres queríamos ir a la escuela, por lo tanto, siempre llorábamos y mi hermano nos tenía que ir a cuidar. Son cosas que recordaré siempre. Pero a pesar de esto me tuve que ir acostumbrando porque decían que tenía mamitis debido a que mi mamá me consentía mucho. Pero el tiempo pasó y me fui acostumbrando. Después me dediqué a ser una buena alumna y desde primer año hasta 6° estuve en el cuadro de honor excepto en 5° año porque la profe creía que otra compañera era mejor. Pero esto se lo demostré cuando hicimos examen para la escolta donde obtuve 1°lugar y fui abanderada. En ese momento me sentí feliz y orgullosa de mí misma porque con eso demostré que mis sacrificios valieron la pena. Después salimos de sexto y entregué la escolta a otros alumnos. Ese día me di cuenta que tenía que hacer muchas cosas para salir adelante.
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