lunes, 10 de diciembre de 2012

Once minutos


Autor: Paulo Coelho

Una chava muy hermosa  quería enamorarse; en la secundaria le gustaba un chavito un día se le acercó y no sabía qué hacer. El chavo le pidió un lápiz pero ella se quedó sin palabras; no supo qué decir. Al día siguiente esperaba que de nuevo se le acercara pero ya no pasó nada. Se desilusionó ya que le encantaba ese chavito. Meses después se enteró de que ese chavo se había ido lejos del pueblo, esperaba triste a que el chavo regresara pero nunca regresó. Un tiempo después conoció a otro y se enamoró. Él sólo quería jugar con ella, sólo quería tener relaciones ya que ella era virgen. Un día él la invitó a ir a pasear. Con mucho gusto aceptó; al principio se la pasaron muy padre pero él empezó a manosearla, y muy afligida y triste decidió marcharse. Se fue el chavo y la dejó ya que no sentía nada por ella; ella empezó a notar cambios en su cuerpo, notó que le salía sangre por su vagina y muy asustada le preguntó a su mamá y ella no le dijo nada. Para ella eran algo incómodos esos cambios, pero con el tiempo se acostumbró, diecisiete años después conoció a otro quien fue igual, al principio la hizo muy feliz y ya que ella era feliz, decidió entregarle su virginidad y a ella le gustó hacer eso. Estaba muy decepcionada de los hombres y decidió jugar con ellos. Ahora ella solo quería acostarse con ellos, y así pasó: conocía chavos y sólo jugaba con ellos. Así pasó mucho tiempo hasta que llegó un comerciante noble, guapo y muy caballeroso y respetuoso; al principio creía que quería lo mismo que los demás, pero con el tiempo le demostró que la quería en serio, se casaron tuvieron hijos y vivieron felices por siempre.

Nombre: Maricruz Flores Velázquez.
Enfermería general   grupo: A      
escuela: Conalep Atencingo 093


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