La cabeza me da vueltas y me empieza a doler
y aunque intento controlarme
creo que no lo puede hacer
sólo pude balbucearte que no puede ser.
Me tomaste por sorpresa como un apagón
y me estrello en las paredes
ante esta situación
que te vas para otro lado
con todo y tu corazón.
Y ahora que lo has dicho ya,
no te quedes mucho más
solo dime adiós y cierra la puerta.
Sé que no me veo muy bien,
pero se marcha tu tren
sólo sube ya, no mires atrás,
y quiero agradecerte por tu honestidad.
Y déjalo,
déjalo,
déjalo por favor
no te asustes mi amor:
yo recojo los pedazos,
de lo que siento que se rompió.
Y déjalo,
déjalo,
déjalo por favor.
No te asustes mi amor
sólo necesito un trago,
un amigo y tal vez un doctor.
Ya no intentes explicarme, no va a funcionar
que no ves que estoy sonriendo para no llorar
tal vez en otra ocasión podamos dialogar.
Y ahora que lo has dicho todo
que los has dicho ya...
Caminando a la puerta te lleva,
la emoción original
la primeraes el permiso
que te dieron para vivir.
Alfredo López Ortega
Teziutlán
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Recuerda que tu mensaje pasa por un proceso de moderación para aparecer publicado.