miércoles, 28 de noviembre de 2012

Se alcanzan a ver en el fondo del río


Lo que estoy mirando en este momento y que les trasmito por este medio es un espacio muy agradable pero a la vez lleno de tristeza y estoy hablando de un río  de la orilla de un río  de un pedazo de el en donde se puede observar algunos destrozos causados por el ya que a la orilla de él,  pero en lo alto del mismo se encuentran algunas casas o chozas,  algunas de ellas están hechas de  madera sólida y troncos fuertes y macizos, con techo de láminas de cartón y el piso de seguro de tierra. Pero esto que estoy describiendo se presencia una gran tristeza ya que estas se encuentran desechas por el río y  por supuesto que se alcanzan a ver  en el fondo del río parte de las estructuras  de estas casas. Otras que se alcanzan a ver son un poco más humildes puesto que están hechas de carrizo y de acahual. Y  con unas varas que son la estructura de la chozas estas son un poco más débiles.

Y en ocasiones en este lugar o parte del río los  vientos son muy fuertes debido a que las características del  río son el estar en la parte más baja del ´poblado. En estos momentos observo unos vientos fuertes, y se observa volar bolsas de plástico, hojas de los árboles. El sonido que emite el río es asombroso ya que  emite un sonido muy fuerte como si fuera el sonido de una avioneta también presenció  que el río va aumentando  el nivel de agua que trae, algunos  arroyos que se encuentran en la parte alta del río traen mucha basura, contaminantes y  estos desanden hasta el mismo. Este río lleva mucha  tristeza ya que este lleva muchas cosas materiales  e  basura, que la misma se encuentran en la orillas del río.

 Por otro lado hay unos árboles frondosos que dan una sombra inmensa muy grande y muy fresca estos árboles son  de un color verde limón, pero también tienen forma de pino ya que sus ramas tienen esa forma  muy hermosa. En este lugar hay diferentes tipos de flores algunas muy extrañas pero muy bonitas con sus pétalos grandes y de diferentes tipos de colores muy fuertes que se pueden distinguir a larga distancia por su peculiar color. Otros son  todas rellenas de pétalos con un tallo muy delgado pero a la vez con muchas hojas grandes de color verde y algunas ya amarillas  a punto de caerse del tallo. Algunas de  ella tienen aromas que parecen ser familiares al as demás flores también a la orilla del río se encuentran inmensidad de piedras de todos los tamaños grandísimas, grandes, medianas y chicas de un color entre gris y negras y todas ellas son arrastradas por el río  Su color de este río esta entre verde y azul y se ve muy hermosa el agua.

Nombre: juan Carlos Espinoza Campos
Plantel: Atencingo 093
Carrera: asistente directivo
1er semestre

nací con mucho pelo


Me dicen mis padres que cuando nací, nací con mucho pelo; por puesto en la cabeza. También que era un bebé muy gritón y muy chillón, que nomás quería estar comiendo. Mi mamá me decía que era muy juguetón desde la panza y cuando nací me chupaba mucho los dedos de los pies. Yo no entendía cómo podía introducir los dedos de los pies hasta mi boca porque ahora no tengo esa flexibilidad.

En mi primera infancia recuerdo un juguete muy hermoso con figura de un animal que a mí me gustaba mucho. Recuerdo que un día me encontraba jugando con él en el patio de mi casa y de repente no sé qué paso que se me olvidó en dónde lo había puesto. Después de jugar con él, recuerdo que tenía un aroma agradable: olía a manzana, y hasta la fecha lo recuerdo.

Mi adolescencia fue todo un cambio muy sorprendente, no sólo para mí no para todos. Bueno, también muy feliz por esos cambios en mi cuerpo. Llegaba los momentos en que me empezaban a gustar las mujeres,  me sorprendía ver mujeres muy hermosas pasar frente a mí.

Ahora me siento con valor para afrontar las cosas de la vida, mi juventud la estoy viviendo al máximo, ¿por qué?... No sé, hoy estamos aquí pero quizás mañana no. Ahora estoy enamorado de una chava que va en la misma escuela pero no en el mismo salón. Yo con ella me hablo y soy su amigo pero sólo eso: un amigo. Yo no tenía el valor, la forma de decírselo, el lugar apropiado; y otro chavo se me adelantó y ahora anda saliendo con él pero no importa, yo esperaré que haya una oportunidad para poder acercarme a ella y decirle que la amo desde que nos conocimos. Me enamoro con su belleza.

Juan Calos Espinoza Campos
CONALEP, Atencingo 093
Asistente Directivo
1er semestre 

EL PERIQUILLO SARNIENTO



José Joaquín Fernández de Lizardi

Esta novela corta se desenvuelve en México, mismo lugar donde nació Pedro Sarmiento por los años de 1771 a 1773 de unos padres que eran pobres. A los diez años Sarmiento no podía escucha un ruidito porque se acobardaba, se ponía tembloroso y asustado, cubriéndose con las cobijas. Tras el peso del tiempo Sarmiento entró a la escuela. Aunque a él no le gustaba, en un día de clases le pusieron un apodo por su forma de vestir ya que el vestía de saquito verde y pantalón amarillo; le decían periquillo Sarmiento. Otro suceso muy importante es la muerte de su padre que ya se encontraba muy enfermo. De repente llegó la noticia fatal; don Martin le dio una carta de su padre a Periquillo, él no quiso abrirla hasta después de tres días; en ella le dejaba la herencia de su abuelo, pero también decía que procurara ser bueno y responsable. El Periquillo Sarmiento fue haciendo todo lo contrario de lo que su padre le había pedido, llegó a convertirse en un ladrón, caer en la cárcel, por las malas compañías y amistades. Esta novela fue escrita por el mismo de sus extraordinarias aventuras y desventuras para sus hijos. Periquillo Sarmiento fue muy aventurero, iba de un lugar a otro sin importar las consecuencias de los problemas que podrían aparecer.            

Juan Carlos Espinoza Campos
CONALEP, Atencingo 093
Asistente Directivo
1er semestre  nivel A

y aún no veo llegar la luz



El tiempo corre lentamente y aún no veo llegar la luz; sigo buscando camino para abrirme paso. Una semilla, tal vez un fruto. Algo tiene que salir de este nudo. A mi mente vienen olores difíciles de olvidar, sabores que un día pudieron encantarme, sentimientos que nadie puede experimentar.

Recuerdo mi primer juguete: un carrito clásico de colección que a la larga desapareció, mi perrita, compañera de infancia. Mi pelota que por travieso termine volando; la caída en mi bicicleta me animó a levantarme y jamás dejarme rendir; las risas, los retos que yo mismo me ponía; caminar por las vías del tren, escalar montes de tierra, jugar con los charcos de la lluvia, bañarse en lodo sin miedo. ¡Los papalotes, los aviones de papel!, las caricaturas y las aventuras. Las fiestas en donde tenía que animar a todos a bailar, me cansaba pero no podía parar. Mi primer libro, la novela y la imaginación que experimente de chiquillo al saber de un beso sin censura. Los viajes, las sorpresas, la escuela, los amigos, mis enemigos y desconocidos que le han dado vuelta y giros a este pequeño mundo. Los partidos, mis equipos, los proyectos que hice sin querer, las locuras, que me han vuelto una Termita en Conalep, y que ahora me ha hecho trascender.

Porque si de mi pensamiento puedo sacar, diría que de la escritura puedo confiar. Es como recordar lo que un día  y ahora sin mirar atrás.

Manuel Enrique Pulido López
Conalep Plantel Tehuacán  

frente a mi monitor



Estoy frente a mi monitor; miro a un lado y a otro: arriba y abajo; lo que encuentro  son recuerdos de infancia; logros,  una botella de champagne que no puedo ni tocar. En este momento suena el teléfono. Niño tengo ganas de contestar. A la derecha una televisión, a la izquierda el ventanal que da a la cochera, atrás  la figura distorsionada de una sombra que logra reflejar la luz del monitor, llega hasta donde esta mi sillón.

Es lo más pequeño, pero aun así lo puedo describir: en el piso, se encuentra un lápiz con un dibujo al lado que aún no está terminado. Pero antes me encuentro con una hoja que ha sido arrastrada por el viento, que corre por el pasillo y que llega desde el patio de mi casa. Camino hacia las escaleras, ¡oh! Una bella rosa a retoñado, ¡ah, ese suave color rojo y el olor es incomparable!, increíblemente paso a paso me he trasladado desde mi monitor hasta mi patio que lo deslumbra sus más  bellos arbustos, árboles frutales y flores. Es tan pronto y pienso. ¡Es que acaso no me había dado cuenta lo que antes tenía y tengo  ahora a mi alrededor que aunque sea material es hermoso, único con un gran resplandor!

Manuel Enrique Pulido López
Conalep Plantel Tehuacán 

Sólo yo y el aire que ocupaba



Lo que recuerdo de mi infancia son  los colores que veía como los colores de las vacas, aves verdes, rojas, amarillos; también de algunos cuantos insectos, como los colores de la viuda negra. Hasta me daba curiosidad por qué era negra y con un punto rojo. Los olores que recuerdo eran deliciosos y agradables, como la tierra después de un día lluvioso, el pasto mojado cuando iba al campo; los sabores deliciosos de los chocolates y de todo tipo de comida. También sonidos enriquecedores como el cantar de los gallos en la mañana, el chiflido de las aves cuando andan felices, sonidos musicales como las canciones de Beethoven y un sonar increíble de las montañas cuando entras a sus cuevas y un latir de tu corazón cuando estás vivo. 

Mi adolescencia Casi la pasé igual, sólo que fueron mejores las cosas por la interacción entre  con otras personas. Percibir juntos el olor a aires frescos del campo, las cosas cuando hacíamos en la cancha de futbol, las cosas graciosas que contábamos. Me salía de las clases para irme a un lugar tranquilo como la cancha de futbol cuando no había nadie. Sólo yo y el aire que ocupaba.


Flores Peñaloza Alberto
Nombre del Plantel:
Conalep Tehuacán
Nombre De La Carrera:
Administración (Admón.)

tranquilidad te da ideas



Cuando voy al campo me siento  a gusto estar rodeado de mucha naturaleza, qué emoción acostarte en el pasto, sentir el aire fresco de la dulce mañana pasando por mi cara, oyendo las aguas corriendo hacia abajo de los cerros. Ver esa tranquilidad que te da ideas para escribir poemas románticos, de esos que les dedican a sus novias(os), cuando se acuestan entre las flores para ver las figuras que hacen las nubes y en la noche admirar los hermosos brillos de las estrellas.
Hay veces que se iba a Veracruz, para poder nadar en el dulce mar; buscar peces entre las piedras, hacer esos castillos de arena con sus pozos de agua; encontrar medusas que parecen como piedras y algunos cangrejos, subirse a las lanchas y a la banana para ver más la claridad del agua; y cuando vas nadando, meterse bajo las olas que lanza el océano, abrir los ojos y ver lo que hay por debajo del agua.
Cuando uno va a Oaxaca y ve su arqueología y sus hermosos relieves, uno de esos lugares arqueológicos es monte Albán con sus grandes pirámides, también con sus hermosas cascadas llenas de un bonito paisaje con árboles y animales de todo tipo como son los pájaros y los peces que andan en las aguas de por ahí, son lugares muy relajantes que no te quieres ir de ninguno de ellos.
Flores Peñaloza Alberto
Nombre Del Plantel:
Conalep Tehuacán
Nombre De La Carrera:
Administración (Admón.)

Los hermanos coloridos





Tengo un amigo que me ha dicho que viven unas criaturas muy extrañas en su patio, que andan rebotando de aquí por allá, pero  cada noche que los veía, abría la puerta que iba a su patio para poder atrapar a alguno, pero al momento que empezaba a abrirse la puerta  ellos se daban y se iban rebotando, y el chavo se lo contaba a los de su escuela para ver si le creían que estas criaturas eran reales, pero todos lo tomaban a loco, porque sabían que no, mejor se lo contó a su mejor amigo, que dudaba que si era cierto o no.

      Pero su amigo se quedó dudando varios días que hasta ya se iba a volver loco.


Nombre Del Alumno:
Flores Peñaloza Alberto
Nombre Del Plantel:
Conalep Tehuacán
Nombre De La Carrera:
Administración (Admón)

lunes, 26 de noviembre de 2012

me enseñó a comer quelites




Autobiografía

Cosas que sé de mí antes de nacer. Por años muchas cosas he escuchado acerca de mi vida, de cómo ésta se fue dando, sé que cuando mis padres se unieron eran muy jóvenes, mi madre tenía sólo 17 años y mi padre 19. Mi madre, Paulina Gómez Molina, es huérfana de madre desde los 4 años, mi padre Alberto Fabián Islas Escobedo, es huérfano de padre desde los 15 años. Las condiciones en que vivieron por varios años, fue de precariedad. Mi madre no tuvo apoyo de mi abuelo y tuvo que padecer las malas caras y tratos de sus cuñadas (mis tías). Mi hermana Edith, llegó cuando mi madre tenía 18 años y mi padre 20.

Mi madre lucho mucho por cuidarse de no tener más hijos (al menos por unos años más), en lo que se acoplaban y construían algo para vivir. No le quedaba un método para poder prevenir el embarazo. Durante 3 años, mi hermana fue hija única y le tocó ver muchas cosas desagradables, carencias, insultos, golpes, peleas, etc.

Un día mi madre notó (después de casi 2 años) que no le llegaba su periodo, se preocupó. Las cosas al momento eran mucho más complicadas, papá no tenía empleo fijo y mi madre era la única que trabajaba. Al ir a revisión le confirmaron: ¡nuevamente estaba embarazada! A mi padre no le pareció muy malo. Cuando yo nací (mi papá que ya había cumplido 23 años y mi madre 21) andaba dando serenatas a unas personas que vivían cerca de la casa. Con su compadre y amigo Don Victorino, habían acordado que de ser nuevamente niña le llamaría Wendolyne. Mi madre entró en trabajo de parto cerca de la 1 de la mañana. Corrieron a buscar a mi padre y al escuchar esto corrió, mientras Don Víctor le decía, ¡será niña y se llamará Wendolyne!. Me cuentan que curiosamente, cuando encontraron a mi padre, estaban iniciando a cantar la canción de la Rondalla del Saltillo que lleva por nombre Wendolyne.

Nací con la ayuda de una partera, Doña Fermina, vecina y amiga de mi familia (no cualquiera tiene el privilegio de conocer a quien le ayudó a nacer).  Doña Fermina le gritó a mi padre que fuera a preparan un té para mi madre y que antes viera cómo es que sufría una mujer al dar a luz, para que así la cuidara y evitara dolores futuros. Mi padre no aguantó. Salió a preparar el té y tardó mucho… Cuando llegó con el té, yo ya estaba afuera.

Crecí con mucha libertad en medio de mi encierro en la casa. Peleaba mucho con mi hermana Edith, quien sufrió de tener que cuidarme como mi madre, cuando salía a trabajar. Nos dejaba con muchas tareas por realizar. Cuando llegó Ana, la hermana que sigue de mí; tampoco se lo esperaban. Mi madre se confió por amamantarme y quedó nuevamente en espera de bebé. Ana Laura por muchos años me acompañó en mis soledades, llantos, alegrías. Tiene la capacidad de ser amorosa, franca y valiente. Finalmente llegó Fabiola, la última de cuatro hermanas, quien creció con facilidad, libre y llena de amor y apoyo.

Lo que me contaron. Ya no me llamaron Wendolyne, porque dice mi padre que perfería Verónica, pues así se llamaba una ex novia suya. Por esta razón, me costó mucho aceptar mi nombre en alguna época. Lo que mi hermana Edith nos cuenta es que por culpa mía, recibió en varias ocasiones no solo regaños, castigos, sino también, golpes y feos. Me cuenta que de niña yo fui muy protegida por mi padre y que cuando algo sucedía mientas mis padres salían a trabajar, cuando volvían se enteraban por mí, pero con grandes modificaciones. En la mayoría de las versiones que contaba, me ponía como víctima. Edith bromea de vez en cuando comparándome con la chilindrina.

Mi abuela paterna, me cuenta que desde pequeña he sido libre, apegada a ella, aseada y organizada. Cuenta que cuando me vio por primera vez, no me encontró parecido con mi padre. Que estaba muy pequeña y bastante belludilla, pero cuando crecí casi de inmediato recurrí a ella para aprender a cocinar, hacer tortillas, tlayoyos, mole, guisos, platillos que ella cocinaba a la perfección.

Mis padres me cuentan que realmente (ahora, a distancia de los acontecimientos), notan que fueron muy crueles y exigentes con nosotras, pero que jamás y nunca lo hicieron con alevosía, sino para protegernos, que no querían que nos humillaran o nos pasara algo que nos pusiera en peligro. Hablando de peligro, mi mamá me narra una anécdota que me eriza la piel. Cuenta que cuando yo tenía cerca de un año, era muy común en esas épocas que a Zaragoza (mi tierra natal), llegaran húngaros ó gitanos con las ferias. Dice que frente a la casa se ubicaron y que ella me llevaba en brazos cuando, de repente, una mujer de tez blanca, con naguas de colores vivos, con una cinta en la frente, cabello largo, largo, rubio y de ojos azules, se le acercó. Le preguntó si la bebé que llevaba en brazos era de ella y mi madre asintió. La gitana quiso tocarme y mi madre intento alejarse con rapidez, pero la gitana se lo impidió. Le dijo que quería que le regalara a esa bebé puesto que con ella estaría mejor, que no fuera tonta, que sabía por qué se lo decía, que de todos modos, algún día seria de ella ó que en su defecto, yo tampoco sería de mi madre pues me iría muy lejos. Mi madre se aterró, como pudo, con fuerza, salió empujando a la mujer y corriendo hacia la casa. Puso cerrojo y no salió hasta que llegó mi padre. Me cuenta que desde entonces, no le gusta ir a circos ó saber que los húngaros o gitanos están en el pueblo.

Las notas que hacían los maestros en las boletas de la primaria y secundaria, dice mi madre que son referentes de cómo yo era en esos tiempos. Mencionan que era muy solitaria, me aislaba, mencionaban que notaban mi inteligencia, artística, con solo el apoyo de mi madre, ausencia de mi padre, que era limpia y ordenada con mis cosas. Lo que más llamó mi atención fue una observación que hiso una maestra de sexto año, quien escribió, llegará muy lejos, pues tiene la capacidad de hacer lo que quiere, es libre, difícilmente hace mal algo que le apasiona o le gusta.

Lo que recuerdo. Recuerdo que me era motivo de tristeza ver a mis padres levantarse temprano para salir a trabajar, así como también el escuchar por las noches sus conversaciones de cómo es que le harían al otro día para alimentarnos o pagar los gastos. Guardo celosamente un recuerdo, en el que aún guardo la sensación de felicidad que destilaba todo mi cuerpo, cuando en una ocasión mi padre, al volver del trabajo, regresó con una caja llena de dulces y las cuatro nos llenamos de felicidad. Me recuerdo en una esquina de la cocina observando a mis hermanas comer, sin comer los dulces que hallaban, mientras yo degustaba un muégano (la primera vez que probaba uno). La textura chiclosa, lo pegajoso, arenoso y dulce de ese dulce marcó mi vida.

También me recuerdo la mayor parte del tiempo de mi niñez acompañada de mi abuela paterna. Ella me enseño a comer quelites, a hacer tortillas a mano, tlayoyos, etc., me mandaba con mis hermanas y primos a ofrecer casa por casa en el pueblo y vendíamos todo. Al final nos daba $5.00 y una gelatina. Desde muy pequeña aprendí a relacionarme con gente, a hablar, a trabajar y a escuchar. A los 8 años mi tía Toña (hermana muy querida de mi padre, quien hace 7 años falleció de cáncer), nos enseño su arte, su profesión y nos decía que era la mejor herencia que nos dejaría. Aprendimos entonces el estilismo profesional. A mis 8 años ya cortaba cabello, hacía permanentes (o bases), tintes, maquillaba, peinaba, hacía tratamientos capilares, pedicura, manicura, faciales, etc., claro que con un banquito como apoyo, porque era aún más pequeña que ahora. Nos llevaba a jornadas comunitarias, en donde hacíamos todo gratis a la gente que más lo necesitaba. Aprendí de mi tía Toña el ser solidario, el ayudar a toda la gente que pudiera, que jamás se niega un vaso de agua, comida y saludo.

Recuerdo que mis padres no tuvieron queja de mí, me comportaba como me educaron. Era responsable, educada y cumplida. Mis recuerdos de todo lo que me ha sucedido, se reducen en decir que haya sido como haya sido ó como lo percibí e interpreté, ha sido la mejor vida que me ha tocado vivir y de ser necesario la volvería a vivir tal cual, con los mismos puntos y comas de esta. He sido realmente feliz, creo que no me debe nada la vida y mucho menos la gente que amo y me rodea. ¡Estoy en paz!

EJERCICIO # 2

Nombre: Lic. Verónica Islas Gómez      
Plantel: 153 Teziutlán, Pue.
Cargo: Enlace Académico         


Muchas vidas, muchos maestros.


Brian Weiss                                                            Editorial: Zeta, edición limitada.

Inicia con el conflicto ante el que se encuentra el Psiquiatra Brian Weiss, mismo que no sabe cómo apoyar a una de sus pacientes (Catherine) que padecía de muchas fobias, miedos e inseguridades, pues habiendo utilizado la psicoterapia tradicional, no veía avances. Su forma de ser siempre fue lógica, creía solo en lo probado. Cuando un día utiliza el método de regresión,  nota que Catherine, su paciente bella, rubia y de ojos azules; se describe en su visión, como una mujer de tez morena, de cabello negro y trenzado, a punto de ser sacrificada en el año 800 a.C. El psiquiatra se impresionó, sin embargo por mucho que piensa, no cree en lo que la joven le comentaba en sus sesiones, solo tomaba nota, hasta que en una sesión, la joven habló desde otra dimensión cambiando el tono de voz, dirigiéndose al Psiquiatra. El doctor presta a tención sólo cuando la voz le dice “Tú no crees en esto, no sabes que esto es real, que tu hijo está aquí con tu padre y que tu hijo murió del mal de corazón de pollo, además de que a tu hija la llamaste como a tu padre”…Quedó atónito y quiso preguntar quién era el que hablaba, pero Catherine retomó su voz original y habló de otro suceso que había vivido hacía muchos años atrás.

A lo largo de la redacción, el psiquiatra empieza a creer en vidas pasadas, dado que Catherine no tendría cómo haber sabido de lo del padecimiento del que murió su hijo, ni de la muerte de su padre, pues eso lo había guardado con su esposa de manera celosa. Conforme van sucediendo las sesiones de regresión, Catherine describe más de 30 vidas pasadas, en donde en todas había sido sirviente ó sacrificada, había sido pobre y muchos de los acontecimientos de sus vidas pasadas, habían sobrevivido a los años, haciéndole pasar por miedos, traumas, conflictos personales, etc., que al momento de iniciar su atención con el psiquiatra, no tenían razón de existir. Lo realmente increíble es que cada vida descrita por Catherine, tenía la presencia de las mismas personas amadas por ella en la vida actual, lo cual indica que nuestros amores actuales, nos han acompañado por vidas y vidas desde hace muchos años, así como el que es el alma lo que nos identifica con ellos, pues en otras vidas ó fueron nuestros hermanos, hijos, amantes, esposos, nietos, trabajadores, jefes; quienes ahora también nos acompañan pero han cambiado de rol. Por lo anterior es que quizá se explica el por qué al ver a una persona e identificarnos de inmediato con ella, sentimos como si lo conociéramos desde hace mucho tiempo. Además de que la enseñanza es que si no resolvemos nuestros conflictos presentes, los acarrearemos por las siguientes vidas, hasta que los resolvamos. El final es bastante bueno (le recomiendo que lo lea, je).

La lectura atrapa, en lo personal me ayudó demasiado en cuestión a la idea que tenía de la muerte, misma que era más miedo que otra cosa. Ya no tengo la carga de lo que sucederá mañana, sé que ya he vivido antes y volveré a vivir muchas veces más, solo que esta vida he decidió trabajar con mis demonios para no acarrearlos en las siguientes vidas.

Nombre: Lic. Verónica Islas Gómez      Plantel: 153 Teziutlán, Pue.
Cargo: Enlace Académico           E-mail: verónica.islas.153@pue.conalep.edu.mx

viernes, 23 de noviembre de 2012

LOS APRESURADOS



¡Apresúrese que se hace tarde! ¡¿Que no entiende que ya no hay tiempo para esas cosas?!  …¿Ya no hay tiempo para esas cosas?, que contradicción más grande.

A menudo escucho las voces de "los apresurados". Siempre sobrellevando su interminable carrera contra el tiempo de la que ellos mismos parecen ya estar cansados, siempre dejando pasar desapercibidos aquellos momentos que yo guardo con recelo. Pero ¿saben?, no envidio ni por un instante  sus vidas, aunque soy desagraciada en cuestiones de longevidad, me emociona el misterio de un nuevo día, aquella incertidumbre que recorre cada una de mis raíces, como una impresionante descarga de adrenalina desbordándose por mi estructura frágil y rígida, que aunque pequeña, es capaz de experimentar el tan maravilloso placer de la vida, sin la incertidumbre con la que cargan a diario los apresurados y que pareciera ser sólo y exclusivamente privilegió mío. Vaya que considero una igualitaria y justa recompensa gozar de emociones bombarderas aún cuando sólo sea por unos cuantos días.

Muy temprano por la mañana cuando después de quejas y quejas la apresurada número uno se decide a levantar y dejar en descubierto cada uno de mis pétalos para ser acariciados y extasiados por los cálidos rayos de sol, es ahí el momento clave donde sé que otra aventura comienza. Tras unos minutos de cálidas caricias  toca el turno al apresurado número tres, quien suele no ser tan quejumbroso pero bastante exagerado en sus comentarios, los cuales procuro ignorar con tal de ser recompensada por jugar el papel de confidente fiel y discreta, con semejante baño de agua que pareciera haber sido recién extraída de uno de esos montonales de agua que al parecer llaman ríos. Me quedo sin palabras para describir lo placentero que se vuelve ese momento en el que el agua penetra la tierra del masetal para llegar a las entrañas de mi ser. Podría decir que es la sangre que mantiene revoloteando a mi corazón de alegría, tanta dicha sólo se ve interrumpida por un par de llantos casi angelicales que denotan en sus graves tonos la pureza e inocencia de una infante, la única en esta casa que el pasar de los minutos pareciera no importarle en lo absoluto, más bien los convierte en sus aliados para vivir incontables historias, que sospecho son sólo inventos suyos y de las cuales formo parte a menudo; hasta he llegado a pensar que esa podría ser la verdadera razón por la cual, a pesar de ser una jovenzuela de tan sólo tres días mis pétalos y tallos por doquiera que se miren, dicen la terrible edad de semana y media. No niego que el fantasma de la edad me causa inquietud por las noches pero no es algo que me quite el sueño, digo, preocupada estaría sí tuviera seis o siete días como algunas que conozco y que aún así andan muy campantes y descaradamente muestran las vergüenzas en las que se han convertido, pero bueno en el último de los casos, gracias a Dios ya existen los floreros de cristal cortado, repletos de adornos y esculpidos casi por dioses que hacen ver bella hasta a la más marchita. Aún cuando ese fuera mi caso, prefiero una hora siendo yo, una tonta, frágil y desafortunada rosa, que vivir apresurada.

Carlos Alejo.

Puebla II

CALLÓ Y SALVÓ




No tengo flexibilidad, no tengo miembros con qué tocar; simplemente puedo ver lo que pasa en un lugar las veinticuatro horas, no puedo hablar o expresar lo que veo, escucho, pero no tengo sentimientos.

Siempre estoy en un cubículo de concreto, siempre escondida. Nadie me puede ver y los que me ven se sientes apresados por mí; mi trabajo consta de ver y guardar lo que pasa o no pasa a mí alrededor. Suelo trabajar en las calles, en las escuelas, en las empresas, en los penales (cerezos) y en los hoteles.

No doy opinión sobre los sucesos o sobre lo que haya logrado rescatar como evidencia o algo raro que note. Simplemente soy las que graba diversos acontecimientos que en su mayoría son trágicos, tristes y delictivos. Puedo ver como cometen homicidios, robos, maltrato a material usado por una empresa e incluso puedo ver el sufrimiento de la gente y no puedo hacer nada más que capturar las caras de esos sujetos y sin poder hacer más.

No me gustan los sentimientos o será que nunca los he tenido ni me hacen falta. Simplemente tengo secretos guardados dentro de mí que no debo dejar nunca al aire libre.

En memoria de: David Salazar Gonzales.

Jamila Castillo García.
Teziutlán 153.
Contabilidad.


El BARCO



Tal vez no soy tan fuerte, el rumbo a dónde voy es obra de alguien más.
Mi lugar de partida siempre es la orilla, que por cierto a veces se vuelve muy feroz. De dónde parto, a dónde voy y a dónde llego, siempre habrá cientos iguales a mí, pero no todos con el mismo objetivo.
Hago el esfuerzo ¿ saben por qué? Porque siempre desee estar en este lugar, para poder sentir lo que sienten otros. Mi deber es obedecer,  cuidar, y proteger, pero sobre todos esos deberes uno me apasiona: el deber de viajar.
Quiero decir que si se diera la casualidad de que quedes en mis manos, te protegería como mi vida, y te impresionaría como nadie; te daría el mejor de tus momentos y podrás sentir mi seguridad. Seremos uno y la unidad nos hará, y seremos vencedores porque tengo el don de la victoria.
Tu confianza me hará ser grande. Te confesaré que en mi interior llevo un tesoro: tú. Desde que era árbol, hasta que fui barco.
He viajado desde oriente a poniente,  en  tormentas y tempestades y día con día voy formando mi propia historia.

Alma Delia Arce Pérez
Conalep Atencingo

SIRENIA



Sirenia  era una chica a quien desde niña, apodaban Sirenita vivía con sus abuelos, pues sus padres se encontraban trabajando en Estados Unidos para poder mandar dinero para su manutención y educación. Los abuelitos de  Sirenia eran de edad muy avanzada por lo que no podían estar al pendiente de la niña y aunque sus padres habían prometido regresar pronto, no podían lograrlo con la rapidez que se necesitaba. La niña tenía una tía llamada Úrsula, hermana de la madre de Sirenia, la cual se hacía cargo de cobrar el dinero que sus padres enviaban mensualmente para la crianza de la niña. Pero Úrsula no era una tía muy buena, más bien una mujer ambiciosa y amargada; envidiosa de la suerte de su hermana, pues cuando eran jóvenes, el muchacho que a Úrsula le gustaba le pidió a su hermana que fuese su novia y al poco tiempo se casaron; razón por la cual la tía de Sirenia no le tenía mucho cariño. Sin embargo y debido a que la madre de Sirenia desconocía tal rencor, le confiaba la administración del dinero para su hija.

                Sirenia era una niña simpática y con muchos talentos, además sabía ganarse el aprecio de quienes le rodeaban y esto hacia enfurecer a Úrsula, amen del parecido con su hermana cuando era niña. Pasaron los años;  Sirenita estaba convirtiéndose en una hermosa muchacha esbelta con largos cabellos ensortijados y ojos color verde aceituna que le daban un aire misterioso a su mirada; su piel clara pero no demasiado, con  una leve coloración rosada en sus mejillas.
                Pero el rencor de Úrsula hacia la niña no solo era infundado sino también ignorante, pues ella como mucha gente creía en cosas de brujería y hechizos; para hacerle mal de ojo a su propia sobrina, sin darse cuenta que sólo estaba desperdiciando tiempo y dinero en cosas sin valor, porque no sólo gastaba su dinero, sino también el de  Sirenita, que con tanto esfuerzo le confiaban sus padres.

                Como era de suponerse, los padres de Sirenita enviaron el dinero para la fiesta de los quince años de su hija, mientras la tía Úrsula le había dicho a la chica que sus padres apenas habían enviado lo necesario para una pequeña convivencia familiar, (todo con tal de quedarse con parte del dinero y hacer cualquier cosa para la celebración). De hecho la tía pensaba arruinarle la fiesta a Sirenita no dejándola invitar a su amigos con el pretexto de que no había suficiente dinero, y lo mismo haría para evitar que la chica eligiera el vestido que tanto le había gustado, así que sirenita como buena hija comprendiendo que a sus padres no les había alcanzado, se confirmó; lo importante era celebrar su misa y estar con quienes la querían como sus abuelitos y su tía a quien estimaba grandemente.

                Pero como el destino siempre recompensa a quienes no hacen mal, a Sirenita le llegó su premio y sus amigos le consiguieron un salón para festejar ahí sus quince años; otros se encargaron de los adornos, las mesas y el grupo musical. En fin, todo estaba previsto para que el gran día no pasara desapercibido, sólo una persona seguía planeando como echarle a perder la fiesta a su sobrina: la tía Úrsula; pero así como el destino premia a los buenos también se encarga de darle una lección a quienes han sido malos despiadados o que no han actuado bien con sus semejantes. Y sucedió que los padres de Sirenia habían conocido a una pareja que llevaban mucho tiempo viviendo fuera de México y querían tener noticias de sus padres que ya eran bastante mayores y por coincidencia vivían muy cerca de donde vivía Sirenita con sus abuelos, así que los afortunados padres de la niña tuvieron oportunidad de  viajar a México para poder celebrarle la fiesta a su hija y no tuvieron que pagar sus pasajes pues la pareja que encontraron aceparon gustosos pagar sus boletos con tal de recibir alguna noticia de sus familiares para ponerse en contacto con ellos al menos por teléfono.

Por causas de fuerza mayor los padres no pudieron avisar la tía Úrsula ni a nadie que llegarían justo para la fiesta de su hija, así que serían una gran sorpresa para la joven, quien no esperaba la visita de sus padres; y desde luego para la malvada tía que ya había planeado estropear la fiesta de su linda sobrina.

                Y el gran día por fin llego Sirenita se levantó como de costumbre con una sonrisa en los labios, fue a saludar a sus abuelitos y les recordó que ya había llegado el hermoso día. Les comentó que sus amigos habían alquilado un salón y también un grupo musical, así que tenía que llevar la comida para ese lugar mientras se duchaba y arreglaba para irse a la misa; en eso tocaron a la puerta: eran los amigos de Sirenita, quienes habían llegado temprano para llevarse la comida al salón y ocuparse de los detalles para la fiesta mientras la chica se cambiada y asistía a su ceremonia eclesiástica en compañía de sus familiares, incluyendo a la tía Úrsula quien desde luego, había planeado llegar tarde para que su sobrina no pudiera irse de su casa. Pero sus amigos le consiguieron un coche para que la transportara y le dijeron que se adelantara, que ellos se encargarían de pasar por la tía. Esto desde luego que enfureció a la mala mujer quien ya tenía prevista otra maldad para arruinar la fiesta, pero no contaba con que los padres de la chica la estaban esperando en la iglesia puesto que sabían la hora y lugar donde se realizaría. Así que cuando la tía llegó se quedó helada de la sorpresa al ver a su hermana y cuñado acompañando a su hija, en el altar.

                La misa terminó y todos se dirigieron al salón a festejar Sirenita se veía como una princesa con su vestido azul turquesa y una hermoso peinado que resaltaba sus hermosos ajos azules, sus padres estaba más que felices por haber llegado a tiempo para esa gran celebración.

Y se preguntarán qué pasó con la tía Úrsula. Pues bien, al notar que los padres de Sirenita estaban en la misa, se deslizó hacia la puerta y se escapó pues sabía que los padres de la niña le pedirían cuentas del dinero que ellos habían estado enviando para la fiesta y no quiso esperar a que la confrontaran; así que huyó dejando una carta en la puerta de la casa de sus padres (los abuelos de sirenita), quienes también se encontraban en la fiesta. Pero fue tal su descuido, que al querer huir resbaló por una escalera y se fracturó una pierna. Unos vecinos la encontraron y llamaron a la Cruz Roja. Su hermana no se enteró sino hasta el siguiente día, pues todos se fueron a festejar y regresaron muy noche. La tía tuvo que permanecer una semana en reposo antes de poder moverse, así que los padres de Sirenita la perdonaron con la condición de que repusiera el dinero que les había robado, y la mujer, no teniendo otro remedio, aceptó firmando un documento con varios vecinos de testigos.

Esto demuestra que la maldad no es buena y quien cometa un error, debe pagar por ello o tratar de repararlo, aunque personalmente recomendaría pensar bien las cosas antes de tener que arrepentirse de los errores cometidos, espero les haya gustado la modificación.  
  


Por: Briseida Neri Bravo
ORIENTADORA  EDUCATIVA
CONALEP TEHUACÁN



Cheetara



Elegí a esta heroína porque poseía cualidades que yo no tenía de niña; cuando era pequeña me hubiese gustado ser como ella en todos los aspectos, tanto físicos, como morales y de personalidad. Supongo que muchos de nosotros alguna vez quisimos ser como el hombre araña o la mujer maravilla para desaparecer (sobre todo cuando nos  encontrábamos en problemas).

                La primera vez que la vi; tendría yo unos diez años aproximadamente en mil novecientos  ochenta y cinco que fue cuando apareció la serie por televisión. Su creador fue Marvel Comics, mi heroína se llamaba Cheetara, era integrante de un grupo conocido como Thundercats (felinos cósmicos). Llegaron al tercer planeta desde un lugar llamado Thundera, dentro de una cápsula especial criogénica que los mantenía con vida hasta encontrar un lugar habitable, pues su planeta había sido destruido. Eran guidados por un espíritu llamado Jaga quien programó la nave donde viajaban para que se detuviera en algún planeta donde fuera posible habitarlo.

                El jefe de los felinos que se consideraba como líder llamado León –O poseía una espada llamada del Augurio por las cualidades que tenía para defender a los Thunder cats  de los peligros que les acechaban en ese planeta; pero también tenían amigos como los Berbils que eran unos osos mecánicos quienes les ayudaron a construir su cubil felino, donde se protegían de los mutantes y los Lunathats que eran los villanos de esta serie.

                Volviendo a Chitara, no se sabe con exactitud qué edad tenía cuando llegaron al tercer planeta, ni el lugar que ocupaba entre sus hermanos: Leon –O, Tigro, y Pantro; se notaba que era mayor que Felino y Felina pero no mayor que Snarf quien era la mascota de los Thundercats. Esta bella joven tenía la estructura de una chica como de diecinueve a veinticinco años, de estatura regular y cuerpo esbelto, el cabello rubio y los ojos rasgados semejantes a los de un felino, manos color piel blanca, ojos cafés, manos delgadas iguales a las de un humano. Poseía un sentido extrasensorial para comunicarse mentalmente con sus compañeros y protegerse de sus enemigos;  tenía la velocidad de un tigre chita cuando se encontraba en peligro, también era experta en el manejo de la jabalina, tanto para lanzarla como para saltar sobre ella y utilizarla como un arma.

                Pero lo más importante es que tanto ella como el resto de sus hermanos felinos, sólo utilizaban sus poderes (que más bien eran habilidades), para hacer el bien en el planeta donde llegaron y ayudaban a los habitantes del mismo a defenderse de los mutantes, de Mumraa y los Lunatahats. Los únicos elementos mágicos que poseían y que al igual que sus habilidades sólo usaban para protegerse y/o defenderse de los villanos, era la espada del augurio con al que podían ver si alguno de los Thundercats estaba en peligro y que era utilizada por Leon-O para emitir la señal de ayuda, una rueda con una cabeza de pantera y, al interior de la misma, esta misma imagen era su emblema y todos los felinos lo llevaban en sus cinturones. Poseían un tanque y el cubil felino que era la fortaleza en forma de pantera color gris donde habitaban. Pasaron muchas aventuras peligrosas mientras intentaban regresar a Thundera o buscaron otro planeta para habitar y al mismo tiempo seguían descifrando los misterios de su origen a través de pistas y objetos que encontraban y con ayuda de lin-xo y espíritu de Jaga quien de vez en cuando se le aprecia Leon–O para darle pistas o ayudarle a vencer a los mutantes y a Mumraa.

Por: Briseida Neri Bravo
ORIENTADORA  EDUCATIVA
CONALEP TEHUACÁN

no hablamos con nadie a menos que ellos nos busquen



En estas sencillas líneas quiero describirte algunas cualidades de mis antepasados y algunas de mis contemporáneos. Conforme avance mi relato me conocerás.

Somos prácticos, versátiles, nos puedes encontrar en todos los tamaños colores y casi en todas las formas, con vistosos colores, o revestidos de manera formal; transmitimos consejos conocimientos y sabiduría a toda la gente que nos consulta, también tenemos un repertorio para jóvenes y niños que contienen ilustraciones de acuerdo a su edad; algunos somos serios y hablamos con los científicos apoyándoles en sus investigaciones. Somos buenos conversadores e ilustramos hermosos paisajes que existen en el mundo, otros más sirven de intérpretes de algún idioma extranjero. Somos los guardianes del conocimiento que ha sido creado por el hombre  a lo largo de los siglos. En cuanto a salud se refiere, poseemos conocimientos de medicina, cirugías, botánica, y damos instrucciones sobre el manejo del material quirúrgico. Auxiliamos a los constructores sobre los diferentes materiales que deben emplear en cada tipo de construcción así como de sus herramientas.  

Existen en nuestro haber algunos sabios, filósofos, inventores y descubridores de tesoros o tierras lejanas; también tenemos expertos que ayudan a  restaurar la fe y conocen todas las religiones que existen; algunos  eruditos en bellas artes, música, poesía pintura e incluso sobre las maravillas conocidas hasta el momento. No somos estáticos, hemos evolucionado con los años, estamos abiertos a posibilidades de cambio y transformación para el bien de la humanidad. Sin embargo hay que reconocer que no todos los que fuimos creados damos un buen ejemplo, pues algunos humanos utilizan nuestra sabiduría para hacer el mal a otras personas. Llegamos hasta la cocina pues también ayudamos a los futuros chefs a preparar sus recetas que serán la delicia para unos y acusaran al admiración de otros.

                Supongo que ya tendrás una idea de quién soy pero si aún no lo adivinas, te daré otra pista: cada uno de nosotros está diseñado para un tipo de persona en particular, adaptable a sus características individuales, acompañamos a un determinado número de  estudiantes en cada fase de su educación (primaria, secundaria, bachillerato y universidad). Se dice que cada sujeto nos elije de acuerdo a su vocación a sus necesidades, intereses e inquietudes, algunos nos conservan a su lado para  toda la vida por considerarnos sus mentores, confesores e incluso sus mejores amigos, también hemos sido herencia de muchas generaciones que nos atesoran conforma avanza el tiempo.

Otra cualidad que nos distingue, es que no hablamos con nadie a menos que ellos nos busquen para consultarnos y hasta algunas a veces pasamos desapercibidos. Somos considerados como buenos amigos por padres y maestros. Algunos de nuestros antepasados son conservados en museos como reliquias valiosas; podría decirse que somos la obra maestra que el hombre ha creado porque estamos presentes en cada fase de su vida incluso antes de nacer siempre nos preguntan sobre los significados de los nombres que podrán a su vástagos.

Supongo que con los antecedentes que he mencionado querido lector tendrás una idea clara de quienes somos, dónde encontrarnos y como conseguirnos y para facilitarte más las cosas te haré un acróstico con nuestras mejores cualidades del cual obtendrás el nombre.


Libertad      
Interesantes   
Belleza    
Recuerdos   
Optimismo           
Por: Briseida Neri Bravo   
ORIENTADORA  EDUCATIVA  
CONALEP TEHUACÁN

APRENDÍ LO QUE LLAMAN: KARMA, EL REBOTE


Aprendí lo que llaman: karma, el rebote de los propios sonidos hacia uno, es como si alguien nos estuviera gritando. En cambio al escuchar palabras alentadoras es como si nos echaran porras. Eres un triunfador”, “Sigue adelante”, “Te mereces lo mejor”, es diferente a si sólo se lee algo que no tenga sentido Es molesto no sólo porque estamos muy cerca de la pared y en cierto momento es como si un muro nos impidiera el paso. Esto causa impotencia porque lógicamente la pared es mucho más alta que nosotros.
                Es similar a lo que se experimenta cuando estamos frente a una persona que nos ignora mientras tratamos de conversar con ella o él,  de ahí la frase: “parece que estoy hablando con la pared”.
                Y como recomendación especial podría sugerirles que cuando se sientan tristes o desanimados ocupen este ejercicio como una técnica para levantar el ánimo. Claro que el volumen de la voz depende de tu estado de ánimo y es justamente cuando debemos animarnos diciendo una porra en voz alta; pero si lo que necesitas es un consejo, hagan de cuenta que le están hablando a un amigo que se encuentra en la misma situación de ustedes y en ese momento podrán ver su problema desde fuera y encontraran la forma de salir de él, sólo como una sugerencia también pueden hacerlo frente al espejo.
                Como verán función  al igual que las terapias físicas que se han creado para ayudar a quienes han pasado por cosas dolorosas y se encuentran en rehabilitación con diversos tipos de terapia (risoterapia, Delfino-terapia, papiroflexia, dibujo etc.) en realidad cualquier actividad que nos haga felices y nos proporcione un buen estado de ánimo, o que nos ayude a superar nuestros problemas, temores y angustias también  puede ser utilizada como una forma de terapia.      


Por: Briseida Neri Bravo
ORIENTADORA  EDUCATIVA
CONALEP TEHUACÁN

La Tronchatoro



Personajes
María
Ana
Ángel
Iván
Marcos
Tronchatoro


Hace aproximadamente cinco años en un lejano pueblo, de la ciudad de Puebla, había, cinco niños, los mejores amigos que asistían a la misma escuela. Para ellos era un horrible sacrificio levantarse todas las mañanas pues no les agradaba ir a esa escuela ya que la directora era malvada y la llamaron Tronchatoro, era divertido llamarla así decían, los niños.

Un día, platicando los cinco, María dijo: − ¿Por qué no le  damos una prueba de su propio chocolate a la Tronchatoro?−. Todos estuvieron de acuerdo, pero no contaban con que esa bromita se les saldría de control pues la broma la hicieron en la noche. Regresaron a las diez de la noche a la escuela, y entonces María, que era la más atrevida, traviesa, bonita e inteligente, tomó el mando de todo; seguida por Ángel, el apuesto y travieso. Armaron todo, Ana, Marcos, el sereno e inteligente, e Iván el tierno, apuesto, incondicional y muy inteligente, vigilaban las entradas de la escuela. Pero Ana que era la más miedosa y tierna, escuchó un ruido y se espantó demasiado y pegó un grito que hizo que Iván corriera a su auxilio, Iván al llegar encontró a, Ana escondida, le preguntó qué había sucedido y ella le dijo que detrás de esa puerta que conducía al baño, había escuchado un ruido. Iván le dijo que posiblemente fue un gato, Ana contestó que un gato no podía haber sido pues el ruido era muy fuerte, y que sólo una persona podría haberlo hecho. Iván, para cerciorarse mandó a llamar a Marcos y fueron a ver qué es lo que sucedía. Al abrir la puerta se encontraron con que las luces estaban prendidas lo cual no podía ser, pues ellos eran los únicos en la escuela. Al entrar vieron una sombra que los asustó demasiado y salieron corriendo a decirles a los demás lo que habían visto. Ya estando lo cinco juntos, Iván y Marcos contaron lo sucedido. Al escuchar esto, María y Ángel se empezaron a reír y les dijeron que los que habían estado en los baños eran ellos y ninguna otra persona, entonces ya aclarado el asunto dijeron que ya se podían ir a sus casas pues ya era demasiado noche y ya habían terminado todo, pero al salir por el portón, escucharon un ruido tremendo en los baños, y como la curiosidad de María era inmensa, quiso averiguar de qué se trataba, pero cuando fueron a ver las luces de los baños estaban apagadas, y una persona no podía ser, pues nadie logra ver con tremenda oscuridad. Entonces prendieron las luces y se encontraron con una figura en los baños, se trataba de una imagen de un persona grande, pues a pesar de no ser muy visible, se pudieron constatar de aquello, Ana le preguntó a María si eso también era parte de la broma y ella respondió que no, entonces ella, se quedó extrañada por lo sucedido, ya que esa imagen no estaba cuando ellos entraron, entonces siguieron viendo  y averiguando en los demás salones, pero no encontraron nada así que llenos de miedo salieron de la escuela. Al encontrarse afuera, se fueron cada uno a sus casas. Al llegar se encerraron en su cuarto y trataron de dormir, pero no podían pues todo lo sucedido los tenía muy espantados.

Al siguiente día pasó de todo pues empezaron la bromitas que habían realizado, y como nadie había visto nada raro, no pudieron descubrir quien las había hecho, y llenos de miedo, no quisieron entrar al baño pues no querían ver esa imagen plasmada en la pared, pero María al no terminar de creer lo que había visto, quiso averiguar lo que estaba allí y entró al baño y se dirigió al lugar donde habían encontrado la imagen, pero no había nada, entonces las chicas que estaban allí le preguntaron: −¿Qué buscas?− y ella les dijo que el día de ayer había algo allí en la pared y que ya no estaba.  Las chicas, que por supuesto eran más grandes que ellas, le dijeron que lo que sucedía, era (según contaban sus padres) que hace algún tiempo, cuando empezó la construcción de la escuela allí habían matado a un hombre y que estaba, según las personas, enterrado entre las paredes del baño y que cada determinado tiempo sé aparecía la imagen en el baño pero que para ellas ya era algo normal, que ya se habían acostumbrad, y que anteriormente era más fuerte ya que a veces se quedaban encerradas en el baño pues la puerta se trababa y no se abría sino hasta que alguien la abriera por fuera. Al escuchar esto María se fue directamente a contárselo a sus amigos y les dijo que todo lo que había sucedido no era producto de su imaginación sino que era  una leyenda. Todos comenzaron a reír pues no podían creer que fuera posible que creyera esas leyendas pues era la más intrépida, pero Ana sí le creyó pues también estuvo averiguando, y le dijeron lo mismo. Y que no falleció de muerte natural, sino que lo mataron, Ángel no podía creerle y lo único que dijo es que él iba averiguar porque eso era difícil de creer.

Iván y Marcos no sabían si creer y lo único que hicieron es retirarse del lugar. Después de una semana las cosas estaban demasiado cambiadas pues ya no se hablaban como antes. Estaban preocupados por averiguar qué era lo que realmente había sucedido. Entonces los chicos se reunieron en el lugar de costumbre que era atrás de un salón muy escondido, y platicaron de lo que descubrieron y no tuvieron más opción que pedirle disculpas a María por no haberle creído pues lo de una persona enterrada entre las paredes era cierto.

Ya pasaron cinco años desde lo sucedido aquella noche y los chicos lo recuerdan como si fuese ayer pues no logran olvidar todo lo que vivieron esa noche.

Y la Tronchatoro jamás averiguo quién había sido o mejor dicho quienes habían sido los responsables de todo lo que le hicieron. La verdad se lo tenía bien merecido pues trataba muy mal a sus alumnos, a veces les pegaba, porque según ella, en ceremonia, nunca ponían atención y como los papás no les creían a sus hijos pues no le hacían nada, pero ahora ya corrieron a esa directora y lo chicos que estudian en la escuela ahora son más alegres. Y los cinco amigos siguen llevándose hasta la actualidad muy bien.

Griselda Ballesteros Merino
Conalep 150
Administración 301

SUS DEDOS DELGADOS ESCRIBEN ENTRE LOS AIRES LETRAS


El silencio es absoluto. Allá en la cocina del restaurante todo se detuvo cuando el chef, borracho como una cuba cayó haciendo un monte de ollas volcadas, platos rotos y espaguetis humeantes. Un muchachito se lleva las manos a la cara y suelta un llanto avergonzado mientras huye por el pasillo de la puerta trasera.
Era todo un collage en el asfalto: Pasta batida y otras dotaciones alimentarias. Parecía de ésas guerras de televisión en aquellos programas tontos de fin de semana donde desperdician la comida batiéndose en ella. El muchacho yacía en un pedazo de banqueta sentado, fusionándose con la oscuridad, pensante, abstraído a la vez. Sus dedos delgados en la cara, sus manos blancas y su cabello negro azabache con los pequeños rizos que resbalaban en su frente, y su boca con un tono vivificante carmesí. Había dejado de llorar junto con ésa sensación en la que se sube el calor a la cara y las mejillas y te delatan por su tono rojizo cuando, de manera u otra, quisieras que la tierra se abriera en dos y te tragara en vida, con el único fin de desaparecer.
Decidió volver, se levantó de su asiento y se encaminó hacia la puerta, el olor a comida preparada, el aroma característico de un restaurant de comida italiana llenaba sus pulmones mientras avanzaba al lugar del incidente, el piso parecía más limpio que cuando había salido; no había nadie más que la chica de cabellos castaños, una hermosa chica que cocinaba la comida junto con el dueño, ahora ausente. Ayudó a limpiar mientras se acomodaban las cosas para el día siguiente. Cuando terminó se despidió de su colega, y salió por la puerta trasera tomando su bicicleta.
 Hermosa noche aquella. Sensible, iluminada. Los rayos de la luna cubriéndolo como un escudo, dándole vitalidad a esos cabellos negros, haciendo arte con su piel blanca. En el puente, el agua reflejaba la luna como un gran espejo y el agua tenía un ligero movimiento circular. había personas en aquel puente, en su mayoría parejas, el caballero y la dama tomados por el brazo mirándose como enamorados, caminando, aplanando el piso, dando vueltas interminables, con sus pláticas amenas, escuchando las sonrisas, y el piso brillando en las pupilas, es la hora perfecta para mecer los sentimientos en la cuna abstracta de la luna.
Terminando su paseo por el pequeño parque y el puente de los enamorados, su bicicleta avanza por las calles solitarias, unos juegan futbol en la calle. En la esquina de la última calle a la izquierda está el típico coro que se une con cada anochecer; ama oírlos quedarse allí un rato y escuchar sus melodías, transportándose, imaginando…sin duda los coros de negros, es lo mejor que hay.
Su corazón comienza a declinar, es el momento de sentimientos encontrados y de reflexiones profundas, como de esas que se dan con el silencio y la soledad.
Su bicicleta aún avanza, ya falta muy poco para llegar a casa, mientras su pensamiento inhala señales ciegas. Sus ojos abiertos, atentos a la noche, atentos a cualquier gesto nocturno que quisiera encontrar, ya hace frío y sus rizos se mueven con la  voz del viento, hay un gato espectador entre las tejas de la casa del vecino, el gato de siempre el que lo espera por las noches. Las ruedas de la bicicleta por fin se detienen, al final de la calle a las afueras de la ciudad.
Y se despide de la luz lunar, sus dedos delgados escriben entre los aires letras en cursivas, al parecer. El cerrojo de la puerta rechina antes de ser abierto, y antes de caminar hacia adentro, besa la oscuridad de la noche, viéndola partir.